ADAPTACIÓN: “Piel de Oso” de los Hermanos Grimm
Hace muchísimo tiempo, en un lugar muy lejos, había un Joven
llamado Arturo. Este joven vivía con sus dos hermanos y sus padres en una
casita pequeña porque no tenían dinero. Les costaba llegar a final de mes, y no
podían permitirse comprar muchas cosas.
Un día Arturo salió a pasear por el campo que tenían cerca
de su casa, y se puso a leer debajo de un árbol, sin que nadie pudiera
molestarle. Comenzó a leer pero todo el rato tenía un runrún en la cabeza.
Arturo pensaba que si se quedaba en el campo no iba a poder
tener un buen trabajo, una familia… y eso a él no le convencía. Cuando llegó a
casa, tomó la decisión de que se iba a ir a la ciudad para poder trabajar y
ganarse la vida y así poder mandarles dinero a sus padres que lo necesitaban,
se lo contó a sus padres y ellos le dijeron que era su decisión.
Y así fue, se fue a la ciudad pero buscando y buscando
trabajo nadie le quería porque no sabía hacer grandes cosas…. Solo sabía hacer
trabajos relacionados con el campo y en la ciudad no encontraba gran cosa.
Arturo estaba cansado de buscar y buscar, y empezó a pensar
que podría haber sido una mala idea eso de venirse a la ciudad a buscar
trabajo. Se sentó en un banco a llorar y de repente cuando estaba allí sentado
vio cómo se acercaba algo muy rápido, un pájaro que se le acercaba a toda
velocidad. El pájaro le empezó hablar y Arturo no se podía creer lo que estaba viendo… ¡Un pájaro
le estaba hablando!
El pájaro que se llamaba Lola, le preguntó qué le pasaba, y
Arturo que estaba tan triste se lo contó, a ver si le podía ayudar.
Lola le dijo que tenía unos polvos mágicos en las alas que
concedían tres deseos pero que para conseguirlos antes tenía que hacer unas
pruebas que tenía que superar, porque si no las superaba se convertiría en una
pájaro viejecito.
Aun así, Arturo aceptó esas pruebas, para cumplir sus deseos
pero ateniéndose a las consecuencias.
Lola le explicó cómo iba a ser la primera prueba: te tienes
que enfrentar a un oso y conseguir su piel. Arturo tras conseguir la piel y
llevársela al pájaro, le preguntó: ¿y ahora que más tengo que hacer? El pájaro
Lola le contesto: ahora tienes que vivir durante 4 años sin ducharte, ni
peinarte, pasar una semana en cada pueblo diferente y tendrás que llevar la
piel de oso donde siempre puesta, no te la podrás quitar y encontraras en los
bolsillos monedas de oro para vivir.
Arturo se quedó pensativo… tenía que pensar en las
condiciones que le decía el pájaro para hacer las pruebas, pero aun así aceptó.
Al día siguiente empezó la segunda prueba. Se compró una casa muy cerca de la
ciudad. En cada pueblo que estaba se encontraba con personas muy pobres, y él
tenía mucho dinero dentro de esos bolsillos de la piel de oso, y les daba
monedas de oro cada vez que veía a uno, la gente le quería mucho. Poco a poco
empezó a oler peor, y a tener un aspecto que daba miedo, y la gente ya no le
quería tanto, no quería que se acercaran a él porque olía mal, no podía
ducharse, ni peinarse, encima, tenía que ir con la piel e oso y no podía
quitársela… parecía un monstruo.
Hubo momentos en los que el joven quería retirarse de la
prueba porque no sabía si iba ser capaz de superarla, pero aun así siguió,
pensó que ya llevaba mucho tiempo para retirarse.
Un día empezó a llover muchísimo y se tuvo que refugiar en
una posada pero al llamar a la posada para que le abrieran, Manolo, el
posadero, al verle no quiso dejarle pasar, estaba sucio, olía mal, y no tenía
buena pinta… Arturo se puso triste y se puso a llorar. Manolo le vio llorando y
le dejó cenar y pasar la noche hasta que dejara de llover. Arturo le dio las
gracias y le dio unas monedas de oro por el hospedaje.
Cuando llegaron a casa de Manolo, en ella se encontraban su
mujer Manuela, y sus tres hijas, Celia la mayor, Nuria la mediana y Marina la
pequeña. Arturo al ver a la hija pequeña se quedó asombrado… era bellísima.
Después de cenar, Arturo y Marina se quedaron hablando
durante toda la noche. Cuando salió el sol, Arturo se tuvo que ir. Pero antes
de irse le dijo a Marina que volvería a por ella, y que para sellar su amor le
daría un trozo de un colgante que tenía él, para que se acordara de él y que
cuando volviera sellaría su amor con ella casándose.
Arturo siguió con su prueba. El último día se encontró con
el pájaro Lola, que le felicitó por haber superado las pruebas correctamente,
le dijo: ¿Cuáles son tus tres deseos?
Y Arturo le dijo: “Quiero tener el aspecto de antes, quiero
ser rico y casarme con Marina”. El pájaro hizo que sus deseos se hicieran
realidad y así fue. El pájaro Lola movió las alas y le echó los polvos mágicos
encima del joven Arturo. Y el pájaro Lola desapareció entre los árboles.
Arturo se volvió a la posada, donde se encontraba Marina, tan
guapa como el día que la vio. Cuando Marina vio que se acercaba un hombre y no
lo conocía se asustó pero en el momento que Arturo sacó la mitad del colgante,
Marina saco su otro trozo sorprendida y empezaron a abrazarse y besarse.
Se casaron y fueron muy felices en la casa que compró Arturo
muy cerquita de la ciudad.
JUSTIFICACIÓN Y ADAPTACIÓN
Es cuento adaptado para niños de 5-6 años. A la hora de
adaptar cuentos tenemos que tener en cuenta la edad de los niños a los que va
dirigida la narración. En esta franja de edad se desarrolla el concepto de
identidad individual y su autoestima, tienen una vida imaginativa y de
fantasía, desarrollan el concepto básico de la narración, desarrollan su
capacidad de percepción selectiva y observación, y tienen un concepto de
moralidad absoluto. También tenemos que tener en cuenta que les gustan los
cuentos clásicos, populares y de fantasía e imaginación, con personaje y nombre
propio, con una trayectoria del personaje y un desenlace feliz.
Les he cambiado los nombres a los protagonistas:
-Arturo, el joven protagonista
-El pájaro Lola
-Manolo, el dueño de la posada
-Manuela, la mujer de Manolo
-Celia, la hija mayor de Manolo y Manuela
-Nuria, la hija mediana de Manolo y manuela
-Marina, la hija pequeña de Manolo y Manuela
Desaparece el diablo ya que es un personaje malo de carácter
religioso y les suele dar miedo. Es sustituido por el pájaro que lo asocian a
cosas, vuelan, siempre van en grupo con todos sus amigos, pueden ir donde
quieren, son libres…
He acortado el tiempo de las pruebas, en la original dura 7
años, y en la adaptación dura 4 años ya que a esta edad (5-6 años) aún no
tienen una total asimilación del tiempo, ya que comienzan hacer estas
operaciones referidas a la realidad espaciotemporal a partir de los 7 años.
¡Hola!,
ResponderEliminarme ha gustado la adaptación que has hecho de este cuento, ya que has respetado los aspectos fundamentales de los cuentos folclóricos, y has modificado, según tu criterio y gusto, aquello que has considero oportuno, lo que ha dado lugar a una adptación bastante original.
Deberías revisar de nuevo el texto, e incluir alguna coma más.
En el párrafo 12, se te ha olvidado poner el acento en el verbo dejar (y le dejó cenar).
El vocabulario que has utilizado es bastante fácil y comprensible.
Con respecto a la justificación de los cambios, creo que lo has argumentado adecuadamente
Un saludo.
Estupendo, Laura.
Eliminar¡Hola Iván!
ResponderEliminarEn cuanto a las cosas que podrías mejorar de la redacción de su adaptación podría ser la construcción de frases más cortas que los niños de la edad escogida entenderán mejor.
Me gustan mucho tus toques de humor como cuando dices lo de: “¡un pájaro le estaba hablando!”.
Has suprimido directamente la condición de no poder rezar, en mi opinión, yo pondría otra que pudiese ser costosa para el personaje, pero de esta manera mantendrías el esquema de tres condiciones.
Cuidado con las tildes: “aceptó”, octavo párrafo; “qué”, “contestó”, noveno párrafo; “aceptó”, décimo párrafo.
La adaptación en general me gusta gracias a su sencillez, muy adecuada para los niños de dicha edad. Además la justificación me parece que está muy bien hecha.
Por otro lado, pienso que te saltas cosas imprescindibles en su argumento, como que al final “ganan” tanto el diablo como el protagonista, pues el diablo consigue dos almas (las de las hermanas que se ahorcan).
Por todo lo demás, me parece que está muy bien.
¡Espero servirte de ayuda!
Está bien anotado, aunque el final que comentas no es imprescindible.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuchas gracias chicas, a veces soy un despistado con las tildes, las cambiaré. Y Marta, respecto a lo del diablo, no me parecía bién que apareciese, y yo creo que es mejor un final feliz en donde los buenos sean los vencedores.
ResponderEliminarUna adaptación muy chula, Iván. Solo tienes un error que rompe con el esqueleto del cuento: Es el héroe quien ayuda al padre de las chicas y no al revés.
ResponderEliminarLo otro que no me gusta mucho es la elección de los nombres. Son demasiado... españoles y le restan carácter legendario al texto folclórico.
Con unos pequeños cambios, tu actividad será perfecta.